Ver su condición rompía el corazón de cualquier ser humano.
«Él pensó que era un truco y que recibiría una paliza por comer, pero estaba demasiado hambriento como para detenerse» escribió uno de los rescatistas.
Y de esta manera, muy de a poco Benji comenzó a comer, lentamente ya que su cuerpo no recibía comida hace mucho tiempo.
Pero sus rescatistas lo llevaron primero con los veterinarios, que estuvieron algunas horas junto a él sanándolo para evitar que su camino a la muerte sea irreversible.